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Trastornos de la marcha: Evaluación y abordaje en la práctica clínica

El trastorno de la marcha es una manifestación clínica frecuente en pacientes que tengan asociado un compromiso neurológico o con patologías ortopédicas. Su evaluación y abordaje requieren un enfoque interdisciplinario para determinar su etiología y establecer un plan terapéutico efectivo.

Los trastornos de la marcha pueden clasificarse según su origen en:

  • Neurológicos y cognitivos: Enfermedades como el Parkinson, accidentes cerebrovasculares (ACV) y neuropatías periféricas afectan la coordinación y el control motor, entre otros. Así como también trastornos neurodegenerativos que alteran la percepción espacial y la seguridad en la marcha.
  • Ortopédicos: Artritis, fracturas y deformidades óseas que generan limitaciones en la movilidad, aca es donde vemos la influencia del dolor crónico.
  • Miopáticos: Enfermedades musculares que disminuyen la fuerza y resistencia.
  • Vestibulares: Trastornos del sistema vestibular que afectan el equilibrio.

Nuestra evaluación incorpora:

  1. Historia clínica: Antecedentes personales y familiares, inicio y progresión del síntoma.
  2. Exploración física: Evaluación neuromuscular, ortopédica y vestibular.
  3. Pruebas funcionales: Test de marcha de 10 metros, Timed Up and Go (TUG), y escalas de estabilidad postural.
  4. Estudios complementarios: como lo son el laboratorio de marcha, resonancias magnéticas, electromiografía y pruebas de laboratorio, según sospecha diagnóstica.

El tratamiento depende de la etiología del trastorno:

  • Rehabilitación física: Terapia física con ejercicios de fortalecimiento, equilibrio y reeducación de la marcha y sus fases.
  • Tratamiento farmacológico: En casos de patologías neurológicas como el Parkinson.
  • Dispositivos de ayudas técnicas: Ortesis, bastones, andadores y plantillas ortopédicas.

El trastorno de la marcha es una condición multifactorial que requiere un enfoque integral para mejorar la calidad de vida del paciente. La detección temprana y un abordaje interdisciplinario son clave para prevenir complicaciones y optimizar los resultados funcionales.